San Padre Pio. Sólo un fraile que reza - Milagros Cristianos  


Santo Padre Pio de Pietrelcina

    Como él mismo se definía, 'Sólo soy un fraile que reza' 'Sólo' rezaba casi 40 Rosarios al día, su arma de destrucción masiva. Tenía una relación privilegiada con su Ángel de la Guarda, el cual le contaba los pecados de las personas que acudían a confesarse con él. También le hacía de traductor, con lo que el Padre Pío podía entender y hablar idiomas desconocidos para él. Si no podías pedir ayuda en vivo al Padre Pío, no había problema, sólo había que mandar tu Ángel de la Guarda al del Padre Pío, y ya está. Pero aún en la otra vida, el Padre Pío es accesible. Prueba a hablar a tu ángel y mándalo con tus problemas, con Fe, al Padre Pío, y a ver que pasa… No en vano, el propio Padre Pío dijo que daría más guerra muerto que vivo.
    El Padre Pío fue un alma víctima. Es decir, cargó con la cruz de otros para su salvación. Por ello sufrió durante muchos años los dolores de las llagas de Jesús: Los clavos en las manos y los pies, la lanza del costado, y la más oculta y dolorosa, la del hombro derecho que cargó la cruz. El Padre Pío tuvo muchos dones sobrenaturales, como la bilocación, hay múltiples testimonios de personas que lo vieron en distintos lugares al mismo tiempo y trasladarse a lugares remotos, sin viajar. Recibía mensajes directamente de Jesucristo y la Virgen María. Sabía por ello de la autenticidad de las apariciones marianas de Garabandal, y conocía los secretos de los Últimos Tiempos, viendo el próximo Milagro en la humanidad antes de morir. Tenía peleas con el demonio, pero no solo espirituales, sino literalmente el demonio se le aparecía y le daba auténticas palizas físicas. Conocía el futuro de las personas con las que se encontraba. A Wojtila le dijo que sería Papa.
Además, fue humanamente una persona muy accesible. Le encantaban las bromas y los chistes y siempre estaba de buen humor.
    Fue el padre espiritual de los llamados Hijos del Padre Pío. El único requisito para serlo es rezar el Rosario todos los días, dedicar una Misa de vez en cuando por las intenciones del Padre Pío, y tener un espíritu de sacrificio por las almas de los pobres pecadores. Pero esto no se acabó con su paso a la otra vida. Hoy en día es totalmente posible ser Hijo del Padre Pío, sólo hay que ver la multitud de testimonios que existen hoy en día.
    El Padre Pío se tomaba la Iglesia en serio. Sus misas duraban 3 horas, pero nadie se aburría ni se iba. Se pasaba horas y horas en el confesionario limpiando las almas de los pobres pecadores, y echaba de malos modos a los que se acercaban solo por curiosidad, ocultando sus pecados o sin el debido propósito de enmienda. Lo que es curioso, es que todos volvían, pero ya con la disposición debida.

La Misa Explicada por el Padre Pío

 

 

Testimonios de Conversión

 

 

 

 

 

Las Profecías